Brandon. Boston, 2024, Apartamento de Brandon. - “Es muy atractiva tu novia, y tiene muy buen gusto”- me dijo la señora Carrigan desde que la lunática entró en mi dormitorio para hablar por teléfono. - “Déjelo ya, señora Carrigan, sabe perfectamente que no es mi novia, más bien es un puto dolor de cabeza, de esos que cuesta quitarte.”- le dije mientras la miraba. - “Pues es una lástima, esa pelirroja me recuerda mucho a mí, cuando era joven, y te voy avisando, si es la mitad de decidida que yo, sea lo que sea que haya entre ustedes, estas en serios problemas.”- me dijo la señora Carrigan. - “No si yo puedo evitarlo, maldita Lunática pelirroja, entrometida, y desesperante.”- pensé mientras veía como Estuco se dirigía a la puerta del dormitorio, y con sus patitas, trataba de que esta se abriera, al ver que no podía, simplemente se sentó, y me miró como esperando que yo le abriera la puerta, para ir detrás de esa loca del pelo rojo. - “Ni lo sueñes, traidor.”
Narrador. Boston, 2024, Mercado central de Beacon Hill. Nadie se sorprendió de ver una gran limusina aparcada, y con las luces encendidas, por fuera del Mercado ecologista de Beacon Hill, muchas familias ricas de la zona solían ir a pasear por el Mercado, y el parque que habían al final de la calle. Normalmente los choferes de las familias adineradas de la zona solían aparcar en el aparcamiento habilitado del mercado sus grandes vehículos por la amplitud del parking. Dentro de la limusina se encontraba acompañado de su marido, su jefe de escoltas y el otro chofer de la familia, una nerviosa y excitada señora O ´Sullivan que miraba con expectación la posible llegada de las personas que quería conocer. - “Dillon, al final ¿Están seguros de que la señora Hernández vendrá sobre esa hora al mercado?”- pregunto por tercera vez la insistente dama, a su jefe de seguridad. Tras su pregunta, y antes que Dillon pudiera contestarle, una sonora respiración de cansancio y hastió se oyó a
Narrador. Boston, 2024, Mercado central de Beacon Hill. Frente a ellos se encontraba una atractiva mujer de cincuenta y pocos años, o al menos eso parecía, vestida con un vestido que a la legua se veía caro, y de diseño, sus ojos eran de color verde claro, y su pelo era castaño oscuro, aunque ya se veía algunos mechones de cabellos plateados que daban un aspecto más juvenil. Junto a ella, estaba un hombre alto, de ojos también verde pero mucho más claros que la mujer que lo acompañaba, su pelo ya estaba encanecido, pero eso no le quitaba atractivo, al contrario, se le veía la ascendencia europea, quizás de Alemania, o el Reino Unido. - “Si, somos nosotros… Disculpen ¿Nos conocemos?”- les dijo Kiara sonriente. - “No, pero creo que les debemos una disculpa, por culpa de nuestra caprichosa hija.”- un gruñido bajo de disgusto salió de la boca de Sean, que no podía evitar que su vena paterna proteccionista saliera a luz. Como siempre su mujer lo ignoró. - “Nos presentaremos él es
Mackenzie. Boston, 2024, oficina de la CEO Torre central del Holding O ´Sullivan Park. - “Hay algo extraño en todo esto, Carlos revisa este contrato y la contabilidad sobre los Bungalows Arcoíris en Canadá. Tengo la sensación de que algo no está bien en los gastos con referencia a las ganancias.”- le dije a mi asistente después de revisar los últimos informes económicos que había recibido de uno de los complejos que habíamos abierto recientemente en el estado de Canadá. Carlos revisó el informe que yo le di sólo por encima, y como yo esperaba, enseguida detectó lo que a mí me parecía extraño. - “Es verdad están como infladas las cifras, algo no cuadra sobre todo lo que tiene que ver con los gastos y ganancias de las excursiones y el mantenimiento de los bungalows”- dijo Carlos, alentando mis sospechas. - “Necesito que averigües qué es lo que está pasando, antes de qué viajemos a Canadá el mes que viene, no me gustan las sorpresas, ni que me cojan despreve
Brandon. Boston, 2024, Parque de bomberos del distrito doce. - “Jefe Hernández, he revisado el inventario de los camiones doce y nueve, también se han repuesto las botellas de oxígeno dañadas en la última intervención.”- me dijo Louis entregándome la carpeta con la hoja de inventario. - “Jefe Hernández, ya ha llegado las provisiones enviadas por las familias, las están colocando en la despensa y en el refrigerador grande.”- me dijo desde la puerta del despacho de guardia, el bombero novato adjudicado a mi equipo, Dennis Morgan. - “¡Ah!, por cierto, sus hermanas Megan y Alice le están esperando en la entrada.”- dijo algo ruborizado y nervioso el bombero. No tenía que adivinar que había provocado que el rudo bombero se mostrara tan nervioso, desde que había llegado, hace cuatro meses, al equipo desde la academia, Dennis, cada vez que veía a mis hermanas reaccionaba como un estúpido adolescente, no sabía exactamente cuál de las dos le gustaba, igualmente, daba ig
Brandon. Boston, 2024, Torre O ´Sullivan. Lo primero que me di cuenta cuando llegamos a la plaza central de la Torre del Holding O ´Sullivan, es que ya se encontraba allí uno de los dos camiones de bomberos del equipo dos del distrito nueve. Tras organizar a mi equipo para sacar el material que de seguro necesitaríamos, fui a informarme de la situación con el jefe Evans, que era el encargado del equipo dos del distrito nueve, lo encontré en el vestíbulo junto a alguien de mantenimiento del edificio, nada más verme, Paul me hizo una señal para que me acercara. - “¿Cuál es la situación?”-pregunté a ambos. - “Ahora mismo me estaban informando el jefe de mantenimiento, nosotros prácticamente acabamos de llegar.”- me dijo el jefe Evans, mirando de nuevo al encargado. -“Como le iba diciendo a su compañero, hay cinco ascensores afectados, cuatro de ellos tienen gente encerrada en ellos, dos son de uso público, y los otros dos son únicamente para uso de los
Mackenzie. Boston, 2024, Torre O ´Sullivan. Mientras esperaba la llegada de mi indeseado rescatista, me dio tiempo para sopesar cómo me había librado de lo que probablemente era una muerte segura. Dejé que mi mente regresar al momento en que me encontraba en el interior de esa cabina, relatando paso a paso en mi cabeza, las acciones que me llevaban a estar, en este momento, colgando a varios metros sobre el suelo de una cuerda, que, si no me fallaba la memoria, desde que se había implementado, era la primera vez que se usaba. Pronto en mi recuerdo, me encontré minutos antes que el desastre se produjera. Me vi a mí misma dentro de la cabina, y mi memoria hizo el resto. En ese momento, las sacudidas eran constantes, y extrañas, en un principio me agarré a la sujeta mano que había en la parte de atrás de la cabina, para no caer al suelo, pero, de repente dejó de sacudirse, mientras oía el chirriar de los frenos del ascensor evitando que este se moviera. Fu
Mackenzie. Boston, 2024, Torre O ´Sullivan. Lo suyo hubiese sido que le diera las gracias por haberme salvado, pero eso, en mi estado actual, era algo que no podía permitirme. - “Sin quejarse, Vader bombero, como te dije antes no hacía falta que fueras tú el que tuviera que rescatarme, tienes más hombres que lo pueden hacer, no sé qué empeño tienes en ser tú el único que lo puede hacer, ¿no te han enseñado durante tu preparación como bombero que es el jefe también puede delegar responsabilidades a otros?”- le dije levantándome también del suelo, mientras me sacudía la ropa sin mirarlo a la cara, no quería que mis ojos vieran que, en el fondo, no pensaba lo que decía. -“El problema está, maldita lunática pelirroja, en que no deseo que mis hombres acaben en la cárcel por incumplimiento de sus funciones, al arrojarte por ese hueco del ascensor tras haberte rescatado, en cambio yo soy tan inmune a tus tonterías, que me da igual lo que opines, simplemente he hecho mi trabajo